miércoles, 18 de septiembre de 2013

Reportaje: Como Fortalecer la Voluntad


La voluntad es la capacidad consciente que posee el ser humano para realizar algo con intención. Y realizarlo a pesar de las adversidades que vienen con la vida, de las dificultades presentes a diario, de los contratiempos muy personales y los oscilantes estados de ánimo.

Resistir  a  la  tentación  es  solo  la  mitad  de  la batalla.
 
Como  Fortalecer  la  Voluntad.

Para  sortear  cada uno de los obstáculos que se nos  van presentando  necesitamos fuerza  de  voluntad. En todas las resoluciones  difíciles  que   deseamos  llevar   a   la  práctica, nos  hace  falta  una  fuerza  interior  que  nos impulse  a enfrentar  el reto y  a  no  cejar en  nuestro  propósito.

Pero con  mucha  frecuencia  nos quedamos  a  medio camino  y  nos  lamentamos: “Es  por demás:  me hace falta fuerza de voluntad” la  verdad  es que la fuerza  de voluntad no  constituye una  característica  inmutable con la  que se  nazca  o con  la que no se nazca. Al  contrario: es una habilidad que  podemos desarrollar y robustecer de manera que, con la mira  bien enfocada nos ayude a logra nuestras metas.

Hace 47 años el psicólogo Italiano  Roberto  Assagioli  escribió  “Entre los muchos  poderes internos del ser humano, destaca por su importancia el inmenso poder desaprovechado de la fuerza de voluntad”. Alan Marlatt añade que “La voluntad disciplinada es una arma formidable”. Algunos diccionarios definen como el control sobre los impulsos y los actos propios. Las palabras clave en esta definición son fuerza y control. La fuerza existe, pero hay que saber controlarla.

De acuerdo con esto algunos psicólogos y otros expertos aconsejan lo siguiente:

Adoptar una actitud positiva. No cometer el error de confundir la fuerza de voluntad con el sacrificio. La fuerza de voluntad se torna más dinámica cuando se aplica a propósitos positivos y estimulantes; aplicada en lo positivo nos ayuda a superar la inercia y a enfocar los pensamientos hacia futuro, cuando se acumulen dificultades, imagínate a ti mismo gratamente ocupa en pos de tu meta, esto te estimula a seguir adelante.

Decídete a cambiar. El catedrático de psicología James Prochaska ha identificado cuatro etapas en el proceso de un cambio de conducta; las cuales son:

·         Pre- contemplación: Que es el resistirse al cambio.

·         Contemplación: Ponderar los pros y los contras del cambio

·         Acción: Ejercitar la fuerza de voluntad para llevar a efecto el cambio

·         Sostenimiento: Activar la fuerza de voluntad para apuntalar en cambio 

·         Para concentrar y movilizar los esfuerzos es necesario fijarse una fecha límite para cumplir el objetivo.

 

Fíjate objetivos muy específicos: “No digas: voy a hacer más ejercicio, o voy a leer más” Mejor di “Todas las mañanas voy a caminar durante 45 minutos, o tres noches por semana voy a leer durante una hora"

Estimule su amor propio: El más potente incentivo es el deseo de mejorar la imagen de uno mismo y de empuñar las riendas de la propia vida “Los argumentos racionales son convincentes pero la gente no responde de verdad hasta que entran en juego las emociones” En esta forma, el deseo de formarse una mejor opinión de sí mismo nos infunde la fuerza de voluntad necesaria para mandar a volar lo que no nos permite llegar a nuestro objetivo.

“Actué como si…” Actuar como si poseyera una gran fuerza de voluntad puede ayudarte a obtenerla. Repite con frecuencia “Estoy decidido a dejar….” Y t saldrás con la tuya.

Reafirma constantemente su voluntad: Elabora una lista de diligencias que tienes que hacer para el sábado por la mañana, y no te sientes a comer mientras te quede alguna por cumplir.

Prevé las dificultades: Aunque tengas el firme propósito de lograr algo debes prever los obstáculos que te saldrán al paso y la manera en que los solucionaras.

Se realista: Hasta la voluntad más firme puede flaquear y el fracaso refrena el deseo de volver a intentarlo. A veces conviene más fijarse varios objetivos modestos, que uno demasiado difícil.

Se paciente: La fuerza de voluntad no se adquiere de la noche a la mañana. Se logra paso a paso, y algunas veces hay recaídas. Averigua que ocasionó el tropiezo y redobla los esfuerzos.

No te desalientes: La voluntad se robustece con cada victoria. Cuando a base de voluntad, se ha logrado vencer un mal hábito aumenta la confianza en uno mismo para emprender otros propósitos.

Una trayectoria de éxitos hace surgir una voz interior que nos proporciona “un afirme asidero para detenernos al borde del precipicio”

No hay comentarios:

Publicar un comentario